La importancia del autocuidado

El ritmo agitado de hoy, las múltiples responsabilidades y preocupaciones nos llevan muchas veces a no poner atención a lo que hacemos y hacer en “piloto automático” muchas de nuestras actividades diarias, incluso las que requieren de mayor cuidado. Es justamente por esta razón que descuidamos nuestras acciones y nuestro autocuidado. 

El autocuidado cumple un rol clave en la cultura de la prevención y la seguridad en el trabajo, es la base sobre la cual cada persona adopta conductas seguras en los ambientes laborales y contribuye con su propio cuidado y el de sus compañeros, más allá de las condiciones de trabajo existentes y de lo que hagan otras personas en una organización. 

Es importante considerar que nos rodean infinitas situaciones y elementos que pueden ser un riesgo en cualquier escenario y que no podemos controlar, tanto en el área de trabajo como incluso en nuestro hogar. Considerando lo anterior, es importante realizar un trabajo personal para cuidarnos a nosotros mismos y a las personas a nuestro alrededor. ¿Cómo hacerlo?

A continuación, te damos algunos consejos: 

 

  1. Toma conciencia de tus actos: Imagina que cada día luego de salir de la oficina, cruzas a mitad de la calle. Lo convertiste en un hábito porque consideras que el semáforo está demasiado lejos y nunca has tenido un problema, pero ¿qué te hace creer que nunca te pasará algo? Muchas veces, y en todos los escenarios de nuestra vida, nos exponemos a riesgos innecesarios sin darnos cuenta de que los accidentes ocurren por descuidos, por la automatización de nuestros actos o porque simplemente le quitamos importancia a los peligros, creyendo que a nosotros nunca nos pasará nada. 

 

2.Tu salud es tu responsabilidad: ¿Tienes problemas en las articulaciones, pero no tienes ningún tipo de cuidado al hacer ejercicio? ¿Llevas meses sintiendo un dolor en el pecho y has dejado para “después” una visita al doctor? Entonces no te estás haciendo cargo de aspectos básicos de tu salud que no solo pueden derivar en patologías graves, sino también en exponerte a sufrir algún accidente en cualquier lugar. No atender a tiempo las señales que da el organismo sobre algo que no está bien o continuar con nuestros malos hábitos aun sabiendo que estamos enfermos, puede traernos consecuencias a largo plazo. 

 

3.Aprende a pedir ayuda: Si estás en tu lugar de trabajo y debes usar una máquina, pero no sabes cómo hacerlo, lo más prudente es que des aviso y pidas ayuda. Lamentablemente, no siempre actuamos bajo esa lógica. Si bien es solo un ejemplo, esta actitud también aplica para otras áreas de nuestra vida: muchas veces decidimos exponernos a un riesgo o solucionar problemas solos y sin pedir ayuda. Es importante entender que no sabemos, ni dominamos todo y que hay cosas de las que no podemos hacernos cargo. Para sentirnos protegidos o estar mejor, tenemos que entender que acudir a otros por consejo y apoyo es más que necesario. ​